
Criadero de cuervos
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Ideogenia editores
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La realidad no es la realidad. Este libro es una advertencia, un letrero rojo al final del camino (o al principio) de todos los días, de lo perfectamente conocido. Cuidado con las musas negras y aladas con preferencia por los objetos brillantes como los ojos que lloran. Minicuentos. Lo mejor viene en pequeñas dosis.
“Creo haber encontrado la reja enana que separa las siete del resto de la noche; la verdad y la imaginación; este lado de la pantalla, de la foto, de la portada y aquél.”
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Una tarde apacible. Los rayos solares caen suavemente sobre el amontonamiento de cráneos a mitad del patio. Los pájaros cantan y las ramas de los árboles se mecen con el viento y el peso de los colgados. Un ligero viento acaricia el rostro (esponja rezumando rojo) del tipo en el suelo, inmóvil y boca abajo como quien contempla de lleno el atardecer.
Estrella abre de par en par la ventana, contempla el patio y respira hondo. Luego sonríe, resignada, pensando en que no es bueno holgazanear —debe colocar al nuevo y anotarlo en el registro—.
Mañana será un día muy atareado.
Canta cuando se muere.