RESPIRANDO
DEMASIADO
​​
Santa María Juana Ediciones
​
La ficción es la mejor manera de entender la realidad. Una mujer que no sabe si está, los personajes secundarios en huelga, la muerte y los muertos y lo que no existe a través de todas y cada una de la páginas de este pequeño libro. Diez páginas, diez cuentos, diez pesos. A peso el cuento. El prólogo es gratis.
“Podría decirse que la felicidad es cuestión de arduas horas de trabajo. Podría escribirse todo un ensayo sobre los pasos necesarios para encontrar la fórmula de la felicidad. Pero al final del día, cuando los claxon han dejado de gritar y no hay límites para poner los pies y estirar los brazos, se siente la redondez del tiempo, se entiende que la muerte podría llegar y hacer preguntas.”
​
Deje ya de disfrutar. Este es un mundo feo y triste. Por favor, sea serio con su existencia — dijo la Muerte.
Recapacité. Ciertamente había empleado los últimos días en oler descaradamente la tierra mojada, en reírme escandalosamente de los ridículos relojes; en atrapar con los dientes cualquier indicio de Moral y escupirlo sin escrúpulos de ninguna clase.
La Muerte siguió mirándome con sus enormes ojos de cenicero. Había un no sé qué de envidia entre tanta oscuridad. Un tufo enmohecido y con olor a trajes grises salía de su garganta.
—No copie en los exámenes, no pida descansos en el trabajo. No se levante tarde— me gritaba.
Y entonces me besó. Lloraba lágrimas negras y me besó. Nunca más me han vuelto a ver.
La Muerte sorprende al autor respirando demasiado
